Para calificar una migración como exitosa hay que tener en cuenta la estrategia que cada compañía elija para el manejo de sus datos y aplicaciones.
En la actualidad estamos viendo un leve retroceso en la adopción de la nube pública, “una situación que deriva de la decisión inicial de muchas compañías de llevar datos y aplicaciones a la nube sin un buen análisis de la factibilidad”, señala Nicolas Dawidziuk, Gerente Comercial de OneCloud.
Cuando hablamos de factibilidad nos referimos a que la mudanza a la nube debe respetar los niveles mínimos de seguridad, rendimiento y facilidad de uso que una aplicación requiere para que la experiencia del usuario sea óptima y los datos se mantengan protegidos. La conveniencia suma, además, la variable costos. Esto se refiere a que debe haber una relación de costo beneficio entre los servicios recibidos, la percepción de valor y el costo de dichos servicios. Esa relación debe ser la apropiada. Y eso varía para cada compañía y los escenarios de los que éstas disponen (on premise, nube privada, nube pública o nube híbrida).
La nube paso a paso
Dicho esto, el primer paso para una migración exitosa es establecer correctamente los objetivos que se pretenden lograr. Por eso, un factor fundamental es la planificación. La migración en sí es un proceso que se ha vuelto cada vez más sencillo. Hoy en día existen múltiples estrategias, procesos y aplicaciones que nos ayudan a migrar nuestros sistemas hacia un entorno de nube.
En muchos casos esa migración puede hacerse de manera ágil y casi sin disrupción. “Sin embargo, si no analizamos correctamente cada carga de trabajo y definimos la estrategia adecuada para dicha carga de trabajo, puede que nos encontremos con que el resultado no es el esperado”, señala Nicolas Dawidziuk. Esto puede traducirse en el hecho de que las aplicaciones no rindan de la manera que debieran hacerlo o que directamente no funcionen; que nuestros datos se expongan a posibles ataques; o que la complejidad de uso haga que los usuarios sean menos eficientes.
Desde OneCloud sugerimos no obviar ninguna de las etapas que forman parte de un proyecto de migración:
- Relevamiento de aplicaciones, datos, redes y seguridad como así también de la interacción de las aplicaciones a migrar con servicios o aplicaciones tanto internas como de terceros;
- Análisis de factibilidad que tenga en cuenta las interfases antes mencionadas;
- Establecimiento de supuestos para aquellas situaciones que no podemos establecer de manera fehaciente;
- Diseño y planificación de la estrategia de migración (lift-and-shift, reemplazo de la plataforma, readquisición, rediseño, retiro, o no hacer nada);
- Prueba o armado de entornos de Testing en la nube elegida con un conjunto acotado de usuarios para verificar que el análisis realizado fue correcto;
- Migración de los entornos productivos.
“Estoy convencido que para garantizar una migración exitosa se debe poner el mayor esfuerzo en el análisis y la planificación. Y más allá de que tengamos o no la capacidad técnica de definir hacia dónde llevar nuestras cargas de trabajo y cómo hacerlo, es recomendable apoyarse en un proveedor que nos brinde soporte durante todo el proceso”, agrega el Gerente Comercial de OneCloud.
Siempre es recomendable rodearse de especialistas, propio o de terceros, que nos aporten otra mirada a nuestro trabajo de análisis y planificación para validar lo hecho o para darnos recomendaciones de cómo hacerlo mejor. En OneCloud, la experiencia de haberlo hecho con anterioridad, para distintas compañías y sobre distintos escenarios nos aporta una visión invaluable para mitigar al máximo los imponderables.
Al momento de la ejecución, siempre es conveniente contar con el soporte adecuado para resolver los inconvenientes que puedan surgir y que no se hayan contemplado en etapas de planificación o de testing.